La aceleración de la inflación en diciembre, cuya variación mensual alcanzó máximos de 33 años, impactó de lleno en el poder adquisitivo: de hecho, según estimaciones privadas, los salarios habrían presentado una caída real cercana al 10 por ciento durante el último mes del 2023. Este escenario se tradujo en un menor consumo.
Distintos sondeos sectoriales dan cuenta de una retracción en la demanda durante diciembre. Y algunos estudios privados también advierten que en los primeros días de enero se acentuó la caída en los niveles de consumo masivo.
Por caso, de acuerdo a un relevamiento de la consultora Focus Market, el consumo masivo mostró un retroceso del dos por ciento en la primera semana de enero frente a la última semana de diciembre y una caída del 18,3 por ciento frente al mismo período del año anterior.
Esta merma se dio en un contexto en donde los precios, luego del salto de diciembre, se mantuvieron en niveles elevados. Por ejemplo, de acuerdo al relevamiento de precios que realiza Ámbito sobre una canasta de productos de consumo masivo en un supermercado, sólo en la primera semana de enero se observó un aumento en los precios del 5,5 por ciento, para acumular un salto del 38,3 por ciento en las últimas cuatro semanas.
"El consumo masivo muestra una caída en la primera semana de enero del 2 por ciento, que parecería no ser tan preocupante, pero está medido frente a la última semana de diciembre donde registramos caídas interanuales del 30 por ciento, siendo la peor semana en ventas en los últimos años”, analizó al respecto Damián Di Pace, director de Focus Market, quien remarcó que “los volúmenes de venta comienzan a deteriorarse, hay menor frecuencia y visita a los puntos de venta que a principios diciembre".
Según la consultora, la variación de precios en la canasta de consumo masivo presentó un alza del 278,2 por ciento interanual en la primera semana del año. "El bolsillo de los argentinos comienzan a mostrar caídas en sus consumos y le pone un freno a la variación promedio de precios. Los argentinos compran menos con el mismo nivel de ingreso y las posibilidades de gasto agregado de las familias comienzan a replantearse, racionalizando su conducta de compra", subrayó Di Pace.
Ya en diciembre distintos relevamientos privados y sectoriales dieron muestra de una merma en el consumo. Por ejemplo, según la CAME las ventas minoristas pyme tuvieron un derrumbe anual del 13,7 por ciento, mientras que en la comparación mensual la caída fue del 11,2 por ciento.
Y, tal como señalaron desde la entidad a Ámbito, la tendencia podría profundizarse durante enero. “Es de esperar que el consumo baje durante este mes. Teniendo en cuenta que se siguen moviendo los precios y aún no hay recomposición a través de paritarias. Al menos, este es el escenario que prevemos para enero”, resumieron desde CAME.
Por su parte, tal como señaló a este medio Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires, desde el sector preveían una caída en las ventas de un 50 por ciento para enero, “teniendo en cuenta que la gente se toma unos días para descansar y porque se necesita el doble de dinero para comprar lo mismo que compraste en noviembre”.
“Pero la caída con respecto a diciembre es entre un 15 y un 20 por ciento, menor a la esperada. Y, conversando con colegas, coincidimos en que no cayó más porque mucha gente no se fue de vacaciones. La gente se quedó y siguió comprando en los comercios de barrio, por lo que el impacto no fue tan alto”, remarcó Savore, quien agregó que probablemente la merma sea mayor en la comparación interanual en los destinos turísticos.
El titular de la Federación de Almaceneros bonaerenses también señaló que durante la segunda mitad de diciembre comenzó a observarse una caída en el consumo: “Los primeros días tuvimos muchas ventas, pero después comenzó a caer. Terminamos con un mes muy malo”.
En un período de muchas ventas por cuestiones estacionales, sobre todo por lo vinculado a las Fiestas, el último mes del 2023 no fue como en otros años. “Liquidamos mucha mercadería de fin de año antes de las Fiestas. Porque después de Año Nuevo no le vendes un turrón a nadie. Perdimos rentabilidad para no quedarnos con los productos. Vendimos muchos productos al costo. Preferimos salir hechos y no quedarnos con mercadería que después no se puede vender”, concluyó Savore.
Impacto en la actividad económica
La contracción en el consumo privado repercutirá de manera negativa en los niveles de actividad económica de este año. De hecho, tal como señaló Santiago Manoukian, jefe de Research en Ecolatina, “la actividad comenzó a enfriarse a partir de septiembre y octubre”.
Una realidad que “se profundizó en noviembre y diciembre". "Producto del impacto de la aceleración inflacionaria sobre los ingresos reales de la población: con una caída del salario real que estamos previendo para diciembre cercana al 10 por ciento, que va a ser la más alta probablemente desde abril de 2002. Eso va a afectar claramente al consumo, que es el principal dinamizante de la economía de corto plazo: representa 70 por ciento del PBI”, detalló el economista, quien remarcó que con este escenario se profundizará “la tendencia estanflacionaria que viene mostrando la economía desde 2011 hasta la fecha”.
“Va a ser una recesión fuerte”, aseguró el economista, quien señaló que los distintos indicadores sectoriales “son las primeras muestras de esa recesión que se va a profundizar desde los últimos meses del 2023 y en este comienzo del 2024”.