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Consejos para teletrabajadores novatos

El teletrabajo ha sido una de las medidas adoptadas por muchas empresas como medida preventiva a consecuencia del brote de coronavirus, pero para muchas personas es una situación nueva. Te ayudamos a enfrentarte al trabajo en remoto y aprovechar todas sus ventajas.

Según datos publicados el 10 de marzo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, actualmente uno de cada cinco estudiantes de primaria y secundaria en el mundo se encuentra actualmente sin clase a consecuencia del cierre de colegios para frenar la expansión del nuevo coronavirus.

Para facilitar la conciliación, muchas empresas se están dando prisa en dotar a sus empleados de las herramientas para trabajar en remoto desde casa. Además, no solo las personas con hijos están adoptando el teletrabajo, sino que diversas compañías están recomendando a sus empleados quedarse en casa como medida de contención frente al brote.

Muchos expertos coinciden en que esta situación puede ser una oportunidad para las empresas para hacer crecer sus estructuras y hacerlas más ágiles, acabar con el tabú del teletrabajo y con la principal dificultad que, en opinión de muchos, tiene el trabajo desde casa para terminar de implantarse en nuestro país: la falta de confianza.

Pero teletrabajar no es solo como quedarse en casa. Además de los numerosos retos a nivel técnico y de organización a los que deben hacer frente los gestores, para cada persona a nivel individual el teletrabajo es un reto: supone un cierto grado de aislamiento social y, por el hecho de estar en casa, fuera del entorno laboral habitual, es necesario un alto grado de autodisciplina si se quiere trabajar con eficacia y evitar perder el tiempo. Sin embargo, el teletrabajo también ofrece numerosas ventajas, por ejemplo, se ahorran incómodos desplazamientos, sobre todo en las grandes ciudades. Esto supone, no solo ganar más horas disponibles en el día, sino que también tiene un efecto colateral muy beneficioso: se reduce la contaminación y la emisión de gases con efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Además, si se consigue ser disciplinado, el tiempo cunde mucho más cuando se teletrabaja, pues se evitan interrupciones constantes y otras distracciones. Y, por supuesto, el teletrabajo ofrece una oportunidad única para flexibilizar los horarios y adecuarlos a la situación personal y familiar de cada uno.

A continuación, te ofrecemos algunos consejos rápidos y prácticos para conseguir que tu experimento de teletrabajo sea todo un éxito.

Ponte el despertador

Como ya hemos comentado, uno de los mayores retos del teletrabajo es conseguir la autodisciplina necesaria para cumplir con tus tareas sin que eso te lleve todo el día. Si bien algunos teletrabajadores deben cumplir el horario estipulado por la empresa, lo cierto es que trabajar en remoto te ofrece la oportunidad de ser más flexible.

Si deseas aprovechar el tiempo al máximo y disfrutar de las ventajas de poder organizarte como quieras, es fundamental establecer una rutina. Decide a qué hora te vas a levantar para que te dé tiempo a estar frente al ordenador a una hora más o menos fija, como si tuvieras que fichar presencialmente en la oficina.

Evita el síndrome del pijama

Así es como llaman coloquialmente muchos teletrabajadores y autónomos a la mala costumbre de trabajar en pijama. Al final, se puede caer en un bucle muy perjudicial que implica levantarse y arrastrarse frente al ordenador con la taza en la mano… y pasarse todo el día así, aumentando la sensación de aislamiento social.

Date una ducha, péinate y vístete, con ropa cómoda si quieres, pero el sencillo hecho de quitarte el pijama te ayudará a separar claramente el trabajo del descanso.

Separa ambientes

Si es posible, intenta reservar un espacio de la casa para trabajar. Luz adecuada, silencio, una buena silla… También, si es posible, usa ese espacio solo para eso, para trabajar, de forma que cuando termines y te vayas a otra parte de la habitación o de la casa tengas la sensación real de que ha finalizado tu jornada de trabajo.

Ejercitate

Una costumbre muy buena es ejercitarse ni bien comienzas el día, antes de ponerte a trabajar, esto te dará la energía necesaria para afrontar la jornada en casa.

En la situación actual y con las medidas debidas al estado de alarma, sustituye el paseo matutino por una tabla de ejercicios en casa o en el balcón que deberás seguir a rajatabla.

Haz tus actividades cotidianas

Si cuando ibas a la oficina acostumbrabas a desayunar en la cocina leyendo el periódico, hazlo. No te sientes delante del ordenador con la taza de café si no era tu costumbre. La idea es mantener esas rutinas para no tener la sensación de vivir exclusivamente para el trabajo.

Márcate objetivos

Una práctica que funciona mucho, tanto como estrategia para favorecer la productividad cuando se trabaja en remoto, como para evitar la procrastinación y el perder el tiempo delante del ordenador, es marcarse objetivos. Por ejemplo, en lugar de decir “A las 11.00 hago un descanso”, puedes decir: “Cuando acabe con esta tarea, haré un descanso”. De esta forma serás mucho más eficaz, y esta estrategia vale también para cuando estés en la oficina.

Evita trabajar a deshoras

Ese es otro de los problemas más habituales de los teletrabajadores. Como está “tan a mano”, se corre el riesgo de pasar muchas horas seguidas trabajando, o de trabajar cuando se debería estar descansando. Para eso es fundamental marcarse un horario e intentar respetarlo y, además, informar a los compañeros y jefes de las horas a las que vas a estar conectado y disponible para que sepan cuando pueden llamarte. Hay que ser flexible, en algunas ocasiones, igual que cuando trabajas en la oficina, tendrás que trabajar más horas o contestar a un e-mail en fin de semana, pero se trata de no convertir estas excepciones en costumbre.

No uses los descansos para hacer las tareas del hogar

O, al menos, no todos. Es inevitable aprovechar un momento que te levantas a estirar las piernas para poner una lavadora o fregar los platos, pero esta costumbre no ayuda nada a lo que comentábamos de separar los ambientes. Intenta que los descansos o las paradas para comer sean también un momento de desconexión, o de lo contrario, cuando retomes la tarea seguirás con sensación de fatiga y tu productividad y concentración se verán afectadas.

Cuida la relación con tus compañeros

Uno de los mayores inconvenientes del teletrabajo es que las relaciones humanas se ven muy resentidas. Al final, no hay tecnología que consiga suplir 100  por ciento las ventajas del cara a cara. Por eso, debes intentar cultivar la buena relación con tu equipo. ¿Qué tal un e-mail mañanero contándole a tu compañero o compañera lo que hiciste el fin de semana o interesándote por su vida? Organizar videollamadas frecuentes también es una buena costumbre que ayuda a mejorar el entorno del trabajo en remoto.

Cuida también el lenguaje cuando te comunicas por escrito, pues en la comunicación oral hay muchos matices que se pierden en un texto. Una frase amable puede parecer maleducada fuera de contexto o sin el entorno que propicia un tono adecuado. Finalizar con una cara sonriente o dar las gracias a menudo son detalles pequeños, pero que ayudan mucho para evitar roces innecesarios.

No picotear

Es inevitable… ¡la nevera está tan a mano! Si no quieres que el teletrabajo te pase factura, intenta evitar los paseos a la cocina para picotear entre horas. Y, si eres incapaz, deja de comprar esos tentempiés tan apetecibles como poco saludables, ¡saca la tentación de tu casa!

¿Y si tengo hijos?

Obviamente, muchas de estas medidas son muy complicadas de llevar a la práctica si tienes a los niños en casa como consecuencia del cierre escolar. Con los que son más mayores, seguramente no habrá problema, pero los niños pequeños exigen mucha atención y, con ellos merodeando por ahí, tareas sencillas como enviar un e-mail pueden llevarte horas.

No te queda otra, tendrás que aprovechar para trabajar cuando ellos duerman la siesta, por las noches, o cuando otra persona pueda encargarse de ellos. También puedes intentar otras tácticas como, por ejemplo, prometer pasar varios “momentos especiales” al día con ellos. Son momentos en los que debes prestarle toda su atención, nada de mirar el móvil de reojo o poner la cafetera mientras juegas con ellos, porque entonces dejarán de ser especiales. Puedes decirle algo como “Ahora tú vas a mirar este cuento o a jugar a esto mientras trabajo, y cuando termine pasaremos un rato especial juntos. ¿Qué te apetecerá hacer en ese rato?”. Y… ¡te deseamos suerte!

Adapta estos consejos a tu forma de ser

Cada persona es un mundo, y no hay recetas mágicas. Os hemos dado una serie de consejos que a muchas personas les funcionan para evitar los problemas más típicos del teletrabajo, pero quizás a ti eso de estar todo el día en pijama te encante y te motive, o funciones mejor trabajando de forma más desorganizada. Ve probando distintas cosas hasta que des con la fórmula perfecta para tu situación y… ¡disfruta de las ventajas del teletrabajo!

Fuente: Revista Muy Interesante.-

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