
Después de la insurrección contra la dictadura de Tinoco en Costa Rica se produjo la renuncia de éste, que se sintió falto del apoyo estadounidense.

Tiempo después, el 4 de junio de 1919, los marines norteamericanos desembarcaron en Costa Rica con el argumento de salvaguardar los intereses económicos de su país. En 1920 se produjeron elecciones amañadas en que se impuso un gobierno aceptable para las empresas estadounidenses en Costa Rica que fue reconocido por Washington