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Grito Blanco en Gualeguaychú: “Necesitamos gobiernos que defiendan el medioambiente en serio”, dijo Alazard.

En el marco de la decimocuarta jornada del Grito Blanco, en Gualeguaychú, Martín Alazard, integrante de la Asamblea Ambiental Ciudadana, dijo a AIM que se sigue luchando “en pos del bien común y contra todo tipo de contaminación”. Destacó además que los niños y jóvenes, protagonistas de la jornada de hoy, “desde el punto de vista humano y social, no tienen contaminación” y son “el semillero para continuar”. 

Foto Santiago Burgos-El Día.
Foto Santiago Burgos-El Día.

El Grito Blanco es la jornada anual gualeguaychuense donde todos los niños y jóvenes del pueblo se reúnen para expresar su protesta contra la contaminación, los agrotóxicos, la defensa a la vida y, por supuesto, la lucha contra la papelera Botnia UPM. En el marco de su edición número 14, Alazard recordó, en diálogo con esta Agencia, los objetivos fundamentales de la asamblea y el pueblo de Gualeguaychú.

—¿Cómo nació y llegó hasta hoy la asamblea que dio lugar a todas estas actividades?

—Si bien nació con el objetivo específico de luchar contra las pasteras, la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú sigue trabajando permanentemente en pos del bien común y contra todo tipo de contaminación. Botnia siguió trabajando, aumentando la producción y, por ende, la contaminación. Nuestro objetivo estuvo centrado en la contaminación transfronteriza del aire y, el río Uruguay. Están haciendo un uso abusivo del agua dulce. Es muy grande la cantidad de utilizada para los procesos productivos. Y los contaminantes son vertidos nuevamente al río.

—Y la planta siguió produciendo.

—Botnia hizo oídos sordos a los reclamos y contó con la anuencia del Gobierno Uruguayo y la permisividad de los Gobiernos Argentinos. Hubo un envión de Néstor Kirchner por frenarlo y no lo consiguió. Pero luego, Cristina Kirchner hizo convenios con Pepe Mujica, todos favorables al emprendimiento contaminante. Finalmente, la llegada de Macri también tuvo gestos de permisividad, no sólo con la industria pastera sino también Forestal, que es la materia prima indispensable de estas pasteras. Hay acuerdos leoninos en los que nosotros, argentinos, les estamos proveyendo los árboles para que ellos fabriquen estos emprendimientos contaminantes. Mientras no haya gobiernos que defiendan el medioambiente en serio, esta situación va a seguir y empeorar.

—¿Y la Ley de la madera?

El año pasado, el Gobierno, a través de la Legislatura, derogó esa normativa y dejó el camino libre. Y cada vez las presiones son mayores, a tal punto de que se está por instalar una segunda pastera en el río Uruguay, también cercana a Gualeguaychú y con un nivel de producción mucho mayor. La lucha continúa y, desde nuestro lugar, seguimos haciendo docencia, para que los niños y jóvenes comprendan la situación.

—Es una imagen fuerte la de los chicos en la plaza.

—El grito blanco es para eso. Desde el punto de vista social y humano, ellos no tienen contaminación. Porque el mensaje de ellos es simple: Quieren vivir en mundo limpio. Por eso se hace este abrazo todos los años. Ellos se juntan en la plaza Urquiza, donde cada chico o grupo se expresa con una bandera, un poema, una carta, mensajes dirigidos hacia los mayores. La participación de ellos hace que se vea el semillero para el día de mañana.

—¿Cómo ven al pueblo de Gualeguaychú hoy?

—Nosotros, como asamblea vemos que la gente está descansando en un pequeño grupo que lleva las banderas y que acompañan cuando los necesitamos. Pero mientras tanto, la lucha es titánica para encarar las acciones que hemos llevado adelante. Y nosotros seguimos con el mayor esfuerzo posible para que esto no decaiga, a pesar de los reveses. Todos los miércoles de todo el año nos reunimos. Es un espacio abierto, siempre que no haya política partidaria en el medio.

Monitorear desde acá

Alazard se refirió también a la central de monitoreo para medir la contaminación del aire y cuya reubicación se está esperando para controlar los niveles desde la costa entrerriana. “Estamos permanentemente en contacto con la Comisión Nacional de Energía Atómica y Medio Ambiente de la Nación para lograr el funcionamiento de esa central y en lugar óptimo para detectar la contaminación transfronteriza. Pero tenemos mil palos en la rueda, al punto tal de que nos llegaron a pedir un estudio de impacto ambiental en el lugar donde se colocaría la estación de monitoreo”.

—¿Qué había pasado antes?

—La estación de control de aire se instaló desde que Botnia comenzó a funcionar y estaba a cargo de la Comisión de Energía de aquella época. Pero el lugar donde funcionaba esta central era totalmente neutro para la contaminación. Los vientos de la zona de Botnia no van para ese lugar sino que se dirigen a la zona de Costa Uruguay Sur. Cuando nosotros fuimos advertidos de esto, denunciamos el hecho y comenzamos a trabajar por el traslado. Pedimos el cambio de la central hacia el lugar donde la Comisión de Energía y el Servicio Meteorológico habían detectado el núcleo de contaminación. Desde ese entonces seguimos luchando para que Nación, Provincia y Municipio se pongan de acuerdo en esto. Porque es un derecho fundamental conocer qué estamos respirando.

 

asamblea ambiental botnia papeleras

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