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Llega el mes de la primavera y las alergias: A cuidarse de la humedad

La pronta llegada de la primavera, más la humedad que siempre dice presente en Paraná y se puede ver en los hogares, hacen que las personas con alergia empiecen a sufrir distintos malestares. Por ello, para mantener las casas en condiciones, te dejamos algunas ideas en esta nota de AIM.

La posible aparición de lluvias o lloviznas en los próximos días y semanas en Paraná, hacen que nuestra ciudad se pueda volver un lugar complicado para muchos, sobre todo, teniendo en cuenta que muchas personas con alergias ya comenzaron a sentirla debido a la cercanía de la primavera.

El problema se hace más grande en casas con mala ventilación: aparece la humedad en forma de manchas de mohos, malos olores, condensación del agua, o de modo más imperceptible, pero igualmente peligrosa para la salud. ¿Todo esto te suena?

Te dejamos algunos consejos prácticos para prevenir y combatir la humedad en la casa.

La humedad está presente en todas las casas. Sorprende, pero es normal que un hogar produzca alrededor de 10 a 15 litros de agua por día. ¿De dónde sale tanta agua? Muy fácil: de respirar, sudar, cocinar, lavar, ducharse, tomar un baño… Toda esta humedad se evapora y está presente en nuestra casa, pero no hay que preocuparse si su nivel está dentro de unos determinados límites.

Así, los problemas los tendremos cuando hay un exceso de humedad: entre otras consecuencias, tendremos muchos más ácaros, por lo que aumentarán las reacciones alérgicas. Pero ¿cómo mantener un buen nivel de humedad en las casas? He aquí algunos consejos:

– Buena ventilación: airear bien, durante y después de las actividades domésticas que producen humedad, elimina parte de la que generamos en la ducha, la cocina, etc.
– Reducir la producción de la humedad:
– Usar el extractor si al cocinar emitimos buena cantidad de vapor, tapar las cacerolas y, en el baño, no dejar el suelo encharcado tras ducharnos y cerrar la puerta del baño y cocina.
– Calefacción moderada: el aire caliente es más húmedo que el frío, intentar mantener una temperatura mínima de 15ºC en la casa para evitar que la humedad se acumule en las ventanas y paredes. En concreto, una temperatura adecuada sería de 19 ° C en la sala de estar o lugares comunes, y de 17 ° C en las habitaciones.
– No colocar los muebles pegados a las paredes al colocar el armario un poco despegado de la pared, el aire circulará mejor, previniendo la humedad.
– Absorbentes: los absorbentes de humedad pueden servirnos para controlar la humedad en determinados lugares en los que se ésta se concentra, como un armario, una habitación interior, etc.
– Ojo con las plantas: poner demasiadas plantas dentro de casa provoca un aumento de la humedad.
– Tender afuera: es importante evitar el secado de la ropa en el interior de las casas.

Armarios
En caso de que tu objetivo sea acabar con la humedad de armarios y despensas, un truco muy eficaz para reducirla será colocar recipientes -desechables o que no quieras usar ya más. Con sal marina o sales de baño. Lo mejor será que los pongas en un rincón o estantería donde no corran el riesgo de volcar o caerse.
Con esto conseguiremos que la sal absorba la humedad del interior del armario; será necesario reemplazar la sal al cabo de unos dos o tres meses, ya que esta pierde sus propiedades y llega un punto en que se satura.
Cubre la humedad con bicarbonato. Después de unos minutos aspira la zona. Este método es útil, sobre todo, para alfombras, moquetas, tapices o felpudos.
Limpia la humedad de los cristales con esponjas o toallitas de papel. Al ser absorbentes, te ayudarán a eliminar el exceso rápidamente.
También se pueden poner bolsitas con arroz que absorbe la humedad.

Que hacer para mejorar la situación
Para prevenir las humedades intenta que tu casa esté bien ventilada. Procura que el aire pueda circular por todas las estancias y evita que haya un exceso de vapor en el ambiente. Si es conveniente, retira un poco los muebles de la pared.

Utiliza los extractores de la cocina y el baño. Estas son las zonas donde más se condensa el aire y el vapor de agua.
Airea los armarios frecuentemente. Puedes colgar bolsitas rellenas de arroz o tiza para absorber la humedad. Si lo consideras oportuno, también puedes pintar el interior del armario utilizando pintura antihumedad.
Es solución aplicar una buena ventilación a toda la casa, pues de esta manera rebajamos la temperatura ambiente y evitamos que los hongos y otros organismos se acomoden en nuestras paredes. En ocasiones no es posible realizar esta ventilación y debemos acudir a otros remedios:
Empezaremos por los trucos caseros, con elementos que tenemos por casa y que nos serán de gran ayuda para evitar o eliminar estas humedades y el mal olor que llevan consigo.
Para las habitaciones echaremos mano de un elemento como es la harina de mostaza, que con colocar un plato en cada habitación, éste se encargará de absorber toda la humedad de la habitación. Conviene cambiar el plato una vez a la semana para que no pierda efectividad.
En los armarios pondremos un recipiente con sales marinas o de baño, otro elemento muy absorbente y que bastará con cambiar cada 2-3 meses y para mantener el armario y su contenido libre de humedades. Es aconsejable que los muebles no estén completamente pegados a la pared, conviene dejar una separación para facilitar su ventilación.
Un elemento que podemos utilizar para eliminar el olor a humedad es la zeolita, un mineral que absorbe el olor de manera muy efectiva y que podemos reutilizarlo cuantas veces queramos, basta con ponerlo al horno durante media hora a 250º y así recobra sus propiedades.
El otro producto letal contra el olor a humedad es nuestro querido vinagre, que en lo que se refiere a tareas de limpieza está siempre presente. Un paño humedecido por el vinagre y dar una mano a las paredes o a los suelos y las habitaciones dirán adiós al desagradable olor a humedad.
Si llegamos demasiado tarde y no hemos podido evitar que aparezcan humedades no debemos preocuparnos, todo tiene solución y mucho más sencilla de lo que podemos pensar.

Vamos con ellas:
No hay que pintar sobre ellas como si nada hubiera pasado ya que al poco tiempo vuelven a aparecer. Debemos eliminarlas antes de pintar o empapelar de nuevo las paredes o techos.
Lo primero es lijar la zona que está dañada. Para ello utilizaremos una hoja de grano fino. Posteriormente, debemos limpiar bien la humedad con un paño impregnado de agua y lejía en una proporción de 10 de agua por 1 de lejía. Es un producto tóxico y no conviene abusar de él. A continuación, pintaremos con un fondo sintético diluido con aguarrás al 30 por ciento y lo aplicaremos con una brocha en dos manos distintas, cada una en un sentido para evitar dejarnos alguna zona sin tratar.
Por último solo queda pintar de manera definitiva la pared, para lo que recomiendo pintura plástica anti hongos, que es muy efectiva a la hora de evitar que vuelvan a salir las humedades.
En el caso de los baños, uno de los lugares más propensos a sufrir este problema, tendremos que analizar de vez en cuando el estado de las juntas de los azulejos, y cuando comprobemos que empiezan a agrietarse debemos actuar para que no provoquen una humedad más grande. Rellenar estas grietas es muy sencillo y muy rápido, no tardamos más de diez minutos. Todos los pasos te los explico aquí.
Junto a las humedades, otro problema que suele ir de la mano es la aparición de manchas de moho, aunque este es mucho más sencillo de tratar. Seguiremos el mismo procedimiento del trapo con agua y lejía, lo que bastará para quitar las manchas de moho. Luego pintar la pared de manera normal sin necesidad de otro tratamiento y lucirá como el primer día.

Lugares sin olores
La temida palabra ‘humedad’ es una de las peores cosas con las que nos podemos encontrar en casa, ya sea en la propia estructura (paredes, azulejos…) o en la ropa, donde el olor a humedad es bastante desagradable. Vamos a ver unos cuantos trucos para acabar con esos olores, que como comprobaréis, son muy sencillos y efectivos. Lo primero que siempre recomendamos es tener una correcta ventilación de nuestro hogar, lo que suele evitar muchas humedades y por tanto, sus malos olores.

Vamos a empezar por los trucos para la casa, y es que las manchas de humedad en las paredes o techos, aparte de peligrosas si no se tratan a tiempo y feas para la estética de la casa, traen un mal olor a la habitación entera. Tras haber tratado de manera correcta la humedad, lo que es más importante que el mal olor, deberemos dejar un recipiente con sal cerca de la zona dañada. Las propiedades de la sal, a ser posible gruesa, eliminará el olor que haya dejado la mancha. Podemos unirle unas gotas de ambientador para que el olor sea nuestro preferido.

Podemos utilizar también a nuestro amigo el vinagre, y es que si unimos en un recipiente dos tazas de agua y una de vinagre y lo dejamos reposar en la habitación que sufre los olores, veremos que en pocas horas habrán desaparecido. El vinagre es especialista a la hora de eliminar todo tipo de olores.

En caso de que tengamos una casa para vacaciones y que cuando lleguemos a ella lleve tiempo cerrada, es posible que tenga un fuerte olor a cerrado, provocado por la humedad. Para este caso, lo mejor será dejar un recipiente abierto con una esponja bien empapada de agua en su interior. Tras unas horas, veremos que la esponja está seca y el olor se habrá ido. Habrá que hacer esto en todas las habitaciones, incluso con más de una esponja en caso de que la habitación sea muy grande.

Para los armarios hay un remedio muy parecido al primero, con la sal como actriz principal. En este caso cambia el envoltorio ya que utilizaremos algún trapo o prenda de ropa vieja que ya no usemos, a ser posible lo más fina que se pueda. Haremos una mezcla de sal y unos toques de perfume o ambientador y la colocaremos sobre la prenda, envolviéndolo y haciendo un “saquito” con un nudo. Estos sacos los iremos colocando en los cajones y los malos olores desaparecerán aparte de ambientar esos lugares tan opacos.

Ahora vamos con el olor a humedad en la ropa, ya sean prendas para nosotros o ropa de hogar como pueden ser las toallas, trapos etc…

Seguro que todos hemos ido alguna vez a la playa o a la piscina y al volver hemos dejado la mochila con la ropa mojada unos días hasta que nos acordamos de sacarla, especialmente la gente joven, que no se acuerda hasta que llega el tercer aviso de la madre, ¿verdad?

Pues esas prendas salen de la mochila con un olor muy desagradable, por lo que debemos tratarlas un poco diferente al resto, aunque a veces basta con la acción de la lavadora.

Lo más fiable es poner una lavadora, pero con la diferencia de que en el cajón donde habitualmente va el jabón, esta vez vertiremos una mezcla de:

– Una taza de vinagre de manzana
Jugo de un limón
– 100 gramos de bicarbonato
– Medio tapón del suavizante habitual

Aprovechamos esta lavadora para todas las prendas (ropas, toallas, trapos) con olor a humedad y al terminar debemos asegurarnos de que se secan al aire libre durante unas horas. El olor que tendrán será completamente diferente, y podremos volver a disfrutar de ellas. Un truco muy sencillo y muy efectivo.

Para las prendas con manchas y olor provocado por el sudor, lo mejor será que antes de ponerlas en la lavadora las dejemos reposar en un recipiente que contenga agua caliente y bicarbonato, haciendo especial hincapié en las zonas más afectadas por el sudor. Luego a la lavadora con normalidad y al salir, como nuevas.

Para el mal olor de los zapatos, un truco muy sencillo es dejar unas bolsitas de té en su interior. Tras unas horas actuando, a ser posible té verde, comprobaremos que las zapatillas huelen como el primer día. Esto suele utilizarse tras haber usado mucho ese calzado o en su defecto, si llevan mucho tiempo encerradas en un armario.

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