La Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada) repudió “el pedido de los gobiernos de Colòn, Villa Elisa y de San José que solicitaron la habilitación de la caza de ciervos y jabalíes en el Parque Nacional El Palmar, bajo el pretexto de usar tales animales no humanos, como carne para niños asistentes a comedores escolares y comunitarios”.
Ante el pedido de los intendentes, desde Afada indicaron que se oponen porque “se afectan dos bienes jurídicos: integridad psico física de los niños y el de los derechos de los animales no humanos reconocidos en nuestra legislación provincial, nacional y por jurisprudencia”.
En ese marco, explicaron a AIM que “tal determinación es falaz y contraria a derecho y a toda regla ética”, ya que en primer lugar es falso “esgrimir la salida a cazar para obtener alimento para niños de comedores escolares y comunitarios, porque si realmente les interesa la alimentación de estos niños, nos preguntamos si estos funcionarios públicos han diagramado estudios nutricionales mediante médicos pediatras o profesionales de materia alimenticia”.
Además, indicaron que “se encuentra ampliamente demostrado últimamente que, en lo concerniente a alimentación de nuestros niños, la importancia de valerse de proteínas naturales como ser frutas, verduras, legumbres. Y vemos aquí, con claridad donde yace la falacia: en el fundamento para autorizar la caza que solo tiene por fin de sacear las ansias de matar y disparar que tiene el sujeto cazador. La gravedad reside en no emplear métodos de alimentación sustentables con los ecosistemas y los intereses individuales tanto de los niños como del propio animal en tanto todos, son seres conscientes y sintientes”.
Como marcan los tiempos actuales, “ya no es aplicable la teoría de ‘animales plagas’, ‘deporte’, ‘animales exóticos’ y, como cada vez el reconocimiento de los seres sintientes, animales no humanos, no siendo estos términos otra cosa que formas solapadas y eufemismos para ocultar el verdadero y oscuro motivo subyacente: la relegación de nuestros niños pobres”.
“De más está decir que la terrible crisis sanitaria mundial que estamos viviendo es por esta clase de actos que solo tiene una visión antropocentrista y abusadora de la naturaleza y el reino animal”, remarcaron desde Afada.
Al respecto, indicaron que el pedido deja “claramente en relieve la política pública aplicable de estos funcionarios, firmantes de la petición, respecto al tratamiento de los niños en estado de vulnerabilidad, queriendo conformarlos con sobras y soluciones arrebatadas sin sustento etico y legal, con el mero fin del proselitismo político, lo que deviene inadmisible”.
“Por ello decimos que se viola la Convención sobre los Derechos del Niño de jerarquía constitucional (Art. 75 inc. 22 C.N.) en sus derechos más elementales como la dignidad y alimentación saludable, bromatológicamente controlada y bajo los parámetros del Código Alimentario Argentino y normas concordantes”, remarcaron.
Asimismo, precisaron que “ocasiona un daño al vecino contribuyente ya que viola con leyes presupuestarias, estos ciervos y jabalíes serian cazados y asesinados sin necesidad alguna, toda vez que los presupuestos estatales aprobados anualmente mediante los mecanismos legales vigentes ya previeron los emolumentos para la asistencia a comedores”.
Desde Afada subrayaron que “se lesiona el art. 41 de la Constitución Nacional al violar las autoridades, el principio de preservación de la biodiversidad y la tutela del Medio Ambiente”, ya que “la matanza y caza de especies protegidas mediante la máxima tutela legal existente con un fin ruin, contradice todo nuestro Orden Jurídico”.
También, apuntaron que “se quebranta el artículo 19 de la Constitución que establece el principio de igualdad ante la Ley, que ni más ni menos significa que todos los habitantes de la nación tienen derecho a recibir el mismo trato y la misma consideración por las leyes vigentes. Subyace aquí una vulneración sustancial de tal postulado esencial, toda vez que: se pretende precarizar a niños en situación de vulnerabilidad (como sabemos son los que asisten a comedores escolares atento a sumarcado status de exclusión y necesidad) pretendiéndose alimentarlos con animales no humanos de origen salvaje mientras que, a otros niños se les proporciona alimentos distintos y de otro origen”.
Por otro lado, enumeraron que “se violan categóricamente la Ley de Fauna Silvestre (22.421) y Ley General de Ambiente (25.675); y se violan Tratados y declaraciones internacionales tales como la Declaración Universal de Unesco de los Derechos Animales”.