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La relación directa entre la memoria y el aprendizaje

¿Sabías que el proceso de aprendizaje y la memoria están vinculados? No aprendes si no eres capaz de recordar y para ello requieres del aprendizaje. Este le da sentido de forma activa a esa información.

La relación directa entre la memoria y el aprendizaje

En el mundo de la mente humana existe una relación profunda e intrigante entre la memoria y el aprendizaje. El aprendizaje es el proceso que nos permite absorber nueva información y adquirir habilidades. Mientras que la memoria es la facultad que nos permite almacenar y evocar lo aprendido.

Estos pilares del conocimiento humano trabajan juntos para desempeñar roles cruciales y complementarios en lo cotidiano. Por ejemplo, la memoria ayuda a recordar las normas de tránsito y efectuar los cambios en el vehículo; mientras que el aprendizaje se manifiesta en cada experiencia al volante, adaptándonos a diferentes condiciones en la carretera y perfeccionando las habilidades de conducción.

Así que comprender la relación entre ambos es fundamental, ya que nos brinda la clave para mejorar nuestras capacidades cognitivas y desempeño en el día a día.


Relación directa entre la memoria y el aprendizaje

Una forma de pensar en la relación entre los dos conceptos es considerar al aprendizaje como la entrada y la memoria como la salida. Después de todo, no podemos recordar a menos que hayamos aprendido primero. Y para ello debemos tener más conocimiento en nuestra memoria.

En general, sin memorización no hay aprendizaje. Pese a ello, en la práctica esto tiene muchos matices. De acuerdo con un trabajo de la Universidad Autónoma de Manizales, el aprendizaje no se trata solo de guardar información de forma pasiva, sino de darle sentido de forma activa con información que ya tenemos en nuestra memoria. Así, se genera un cambio permanente o en las ideas, conceptos y modelos mentales.

Cuando aprendemos algo, codificamos esa información en la memoria. La codificación en la memoria es el proceso por el cual la información que recibimos y experimentamos se trasforma y se almacena en la memoria de largo plazo. Es como traducir la información a un formato que el cerebro comprenda y retenga de manera efectiva.

Por ejemplo, cuando leemos un libro, el cerebro traduce las palabras e ideas a una estructura que pueda recordarse, como imágenes mentales o conexiones con conocimientos previos.


Codificación y memoria de trabajo

La codificación no es tan simple. Está mediada por la memoria de trabajo y suele estar influencia por factores como la atención, las emociones, la motivación y la relevancia de la infamación.

Entonces, imagina que tienes que estudiar un libro y te concentras en comprender las ideas principales del texto. Luego, las relacionas con tus conocimientos previos del tema en un resumen, todo ello impulsado por la motivación de obtener una excelente calificación en tu examen.

Esta combinación de motivación, atención y relevancia contribuye a una codificación efectiva, puesto que permite almacenar la información en la memoria a largo plazo de manera sólida y duradera. Como consecuencia, se da lugar a un cambio significativo que representa el aprendizaje.

La relación entre memoria y aprendizaje es como un ciclo continuo en el cual uno se alimenta uno del otro. Es una simbiosis en la que el aprendizaje es solo un acto de almacenamiento a través de la codificación y empleo de información de la información en la memoria.


Importancia del aprendizaje en la memoria

Como ya se mencionó, el aprendizaje cumple roles en las funciones de la memoria. Aquí te explicamos algunos de los más importantes:

Refuerzos y actualización: a medida que aprendemos, reforzamos y actualizamos la información en nuestra memoria, mejorando las capacidades mnémicas.

Organización y estructuración: aprender implica organizar y estructurar la información de manera significativa. Esto facilita el almacenamiento y posterior recuperación de la información.

Aplicación en contextos nuevos: el aprendizaje nos permite aplicar nuestros conocimientos y habilidades a nuevos contextos y situaciones. Esto enriquece la memoria al ampliar su flexibilidad y utilidad.

Consolidación de información: según la Revista Chilena de Neuropsicología, cuando aprendemos algo fortalecemos nuestras conexiones neuronales asociadas a esa información, lo que facilita su atención a largo plazo.

Recuperación efectiva: a través del aprendizaje desarrollamos estrategias y habilidades para obtener información almacenada en la memoria a largo plazo. Aprendemos cómo acceder y utilizar nuestros conocimientos cuando lo necesitamos.


Importancia de la memoria en el aprendizaje

La memoria también desempaña ciertos roles importantes en el aprendizaje. Enseguida pasamos a describirlos:

Recuperación de información: al acudir a su información y recuperarla en los momentos que la necesitamos, enriquece nuestra capacidad de aprender.

Retención de conocimiento: actúa como una biblioteca interna, donde almacenamos toda la información que nos llega desde nuestras experiencias.

Conexiones entre conceptos: facilita la conexión de los conocimientos, entrelazando la información nueva con el material de aprendizaje actual (Carcamo Morales, 2018).

Adquisición de habilidades: podemos retener destrezas y habilidades, como aprender a montar bicicleta o tocar un instrumento musical, mediante la repetición y la práctica.

Resolución de problemas: nos permite acceder a soluciones aprendidas para resolver un problema. Gracias tu memoria, recuerdas las estrategias y soluciones efectivas empleadas en situaciones similares. Así logras solventar el problema presente con las lecciones aprendidas en el pasado.


¿Cómo beneficiarnos de esta conexión?

Una forma efectiva de usar la relación entre memoria y aprendizaje y optimizar tus habilidades cognitivas es entrenar a tu memoria en el arte de aprender a aprender. Existen estrategias que favorecen que la información se almacene en tu memoria de largo plazo, permitiendo alcanzar un aprendizaje duradero y significativo.

Por ejemplo, puedes distribuir el estudio en sesiones espaciadas y practicar la recuperación activa en lugar de una revisión pasiva. También, resumir y explicar lo aprendido con tus propias palabras. Las representaciones visuales y mnemotécnicas, como los diagramas o los acrónimos, resultan aliadas para codificar información.

Por último, compartir lo aprendido con los demás refuerza la memoria y resulta significativo. En resumen, la memoria y el aprendizaje están estrechamente relacionados. El aprendizaje implica la codificación y almacenamiento de la memoria, mientras que la memoria permite la recuperación y el uso de lo que aprendiste.

La Mente es Maravillosa.-

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