A partir de mayo, tomar un crédito hipotecario en el banco público más importante del país será más difícil. Los ingresos necesarios para acceder a un préstamo a 30 años por 1 millón de pesos serán un 40 por ciento mayores a los de octubre pasado, los dólares que se obtendrán a cambio de ese dinero serán un 17 por ciento menos que hace siete meses atrás y la capacidad de compra de ese préstamo estimada en metros cuadrados será un 20 por ciento menor.
El Banco Nación (BNA) subirá las tasas de interés de sus créditos hipotecarios ajustados por UVA a partir de mayo, quedarán en el 6,5 por ciento para los clientes de la entidad y en el ocho por ciento para el público en general.
Es más del doble del 3,5 por ciento al que se colocaban el año pasado, en pleno período electoral, y si bien especialistas estiman que esta suba hará que menos gente pueda acceder a un préstamo para la compra de la vivienda consideran que el crecimiento del sector solamente se desacelerará.
"Obviamente va a calificar menos gente, porque al subir la tasa vas a necesitar un ingreso más alto", dijo Germán Gómez Picasso, de Reporte Inmobiliario. "Pero no por eso creo que dejen de colocarse créditos y de crecer el stock, porque en comparación con un alquiler que sube con la inflación la cuota de los créditos sigue apareciendo como más conveniente", agregó.
El economista Ariel Setton calculó la diferencia entre tomar un crédito por 1 millón de pesos y a 30 años en el BNA con las tasas de octubre del año pasado y las de hoy. En el período, además de las tasas, el dólar subió 20,6 por ciento y el costo del metro cuadrado promedio en la Ciudad de Buenos Aires subió 3,6 por ciento en dólares, lo que también afecta al poder adquisitivo de los préstamos de la entidad pública.
"Tomando un ejemplo concreto de un préstamo por 1 millón a 30 años en el Nación, en octubre de 2017 el mismo tenía una tasa de interés de 3,5 por ciento y una cuota inicial de 4.580 pesos", explicó Setton en su blog.
Ese millón de pesos de octubre del año pasado permitía comprar 58.800 dólares, lo que en ese momento equivalía a 22,47 metros cuadrados de una propiedad promedio porteña. Para acceder a ese crédito, mientras tanto, la familia que lo tomara debía acreditar un ingreso mínimo mensual de 18.320 dólares.
Siete meses más tarde, el mismo préstamo del BNA cobra hoy una tasa del 6,5 por ciento por lo que la cuota inicial pasa a ser de 6.447 pesos y el ingreso mínimo para poder acceder subió a 25.800 pesos, un 40,8 por ciento más que en octubre último en ambos casos.
El 1 millón de pesos otorgado, mientras tanto, alcanza para comprar 48.800 dólares por la variación del tipo de cambio de los últimos meses. Y, a su vez, por el aumento del valor del metro cuadrado, esos dólares permiten comprar 18 metros cuadrados promedio porteños, un 20 por ciento menos.
"Asimismo, el flujo de intereses que contempla el préstamo más que se duplicó, pasando de 616.000 pesos a 1.275.000 pesos", dijo Setton, en base a una estimación en pesos a valor actual.
"A pesar de estos cambios, los préstamos hipotecarios UVA siguen siendo la mejor opción disponible para quienes quieran dejar de alquilar y busquen tener su vivienda propia", escribió Setton en su blog.
"La idea del Gobierno es ir aumentando las tasas de los bancos públicos para que se empiecen a encargar los bancos privados de hacer crecer este mercado", opinó Gómez Picasso, quien recomienda los créditos UVA. "En estos créditos lo central es que la inflación no le gane a tu salario, por eso yo no tomaría una cuota mayor al 20 por ciento de mi ingreso mensual para así tener margen", dijo.
"Nunca recomendé estos créditos, porque generan el riesgo de que se vuelvan difíciles de pagar si el salario real pierde como en 2018", dijo Christian Buteler, analista financiero, según El Cronista.
"El nivel de tasa, más alto, además hace que menos gente pueda acceder y que sea menos con-veniente, lo importante en todo caso es comparar con el alquiler, que tampoco se mantiene estable, para tomar una decisión", dijo.
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