Hay historias que merecen ser compartidas. Muchas de estas historias son transmitidas de generación en generación. El boca a boca sirve para tal fin, para compartir los recuerdos y las interpretaciones de eventos pasados. La transmisión de estas historias va a constituir lo que se denomina «memoria colectiva». Recuerdos que varias generaciones comparten a fin de que no se pierdan.
Pero ¿qué son las historias? Las historias no son más que representaciones del pasado que se encuentran reunidas en narrativas. Estas historias, que hablan sobre un tema determinado, presentan una trama con un inicio y un final bien definidos, proporcionan coherencia secuencial y causal. Además, en la narrativa aparecen los eventos que se consideran más importantes. Cuando una narración es adoptada por un grupo como la interpretación del pasado, esta se convierte en parte de su memoria colectiva.
Sesgos en la memoria colectiva
La memoria colectiva no representa un relato objetivo o neutral de los acontecimientos pasados. Estas narrativas compartidas son selectivas, se recuerda lo que se quiere recordar, y están sesgadas, primando en muchos casos lo que es útil en la actualidad.
La memoria colectiva puede servir para justificar las acciones del presente. Partiendo de la transmisión boca a boca de la memoria colectiva, cada generación que la comparte va sesgando más la historia inicial, adaptándola a las pretensiones del presente.
Cuando los abuelos nos hablan de guerras pasadas, nos cuentan los eventos que más recuerdan, que han dejado una huella más profunda. Estos sucesos relatados van a ir acorde a su ideología.
El bando de su preferencia probablemente sea el de las víctimas, mientras el otro bando va a situarse la mayoría de los opresores, de los culpables. Las “batallitas de los abuelos” van a servir para explicar por qué en la actualidad se realizan unas políticas o comportamientos específicos. «Si luchamos por una España unida… no es para que Cataluña se independice ahora».
Tipos de memoria colectiva
A pesar de que se ha destacado la transmisión de las narrativas por el boca a boca, existen diferentes formas de transmisión. Éstas se corresponden con los diferentes tipos de memoria que conforman la memoria colectiva y son:
La memoria popular: son las representaciones del pasado realizadas por los miembros de la sociedad y se manifiestan directamente en las encuestas de opinión pública.
La memoria oficial: son las representaciones del pasado adoptadas por las instituciones formales. Esta memoria se manifiesta, por ejemplo, en publicaciones del ejército, exposiciones en museos nacionales y libros de texto aprobados para su uso en el sistema educativo.
La memoria autobiográfica: es la de las personas que experimentaron directamente los acontecimientos relacionados con la historia, típicamente demostrados a través de sus recuerdos y las historias orales. Esta memoria es una fuente primaria de conocimiento sobre el pasado.
La memoria histórica: es la forma en que la comunidad científica da explicación al pasado con sus estudios.
La memoria cultural: es la forma en que la sociedad ve su pasado a través de los artículos periodísticos, las conmemoraciones, los monumentos, las películas y los edificios, entre otros.
Los últimos cuatro tipos de memoria son los que más influyen en la memoria popular, mientras que la memoria oficial, que representa a las naciones en el ámbito internacional, influye en las relaciones exteriores.
La memoria colectiva de los conflictos
Cuando hablamos de un conflicto, las narraciones abordan los principales acontecimientos que iniciaron el conflicto y que se han desarrollado durante su curso. Estas narraciones van a ser selectivas y sesgadas. Van a proporcionar una visión egoísta y simplista del conflicto.
Por lo general, estas narrativas tocan, al menos, cuatro temas principales:
- La deslegitimación del rival.
- La imagen positiva del propio grupo.
- La presentación del propio grupo como única o principal víctima.
- La justificación del inicio del conflicto.
Dichas narrativas desempeñan dos papeles importantes en el conflicto. El primero es interno. Cuando un grupo adopta tales narraciones, se convierten en parte de la memoria popular de sus miembros. Como resultado, las narraciones influyen en las reacciones psicológicas de los miembros del grupo y, consecuentemente, en sus acciones.
Con una probabilidad alta, estas van a ser negativas hacia el rival y positivas hacia ellos mismos. El segundo papel es externo, las narrativas presentan al propio grupo de forma positiva ante la comunidad internacional, de la cual buscan apoyo.
Consecuencias de la memoria colectiva
Las narrativas que componen la memoria colectiva de un conflicto muchas veces inhiben la resolución pacífica del conflicto y la reconciliación entre las partes. Por una parte, los miembros del grupo se ven desmotivados para firmar la paz con un rival al que perciben de manera negativa y como poco digno de confianza. Por otro lado, las narrativas sesgadas disuaden al rival de negociar con el otro grupo.
Como dice un proverbio árabe “si dios nos creó con dos orejas, dos ojos y una sola boca, es porque tenemos que escuchar y ver dos veces antes que hablar – No abras los labios si no estás seguro de lo que vas a decir, es más hermoso el silencio”.
La memoria colectiva en la mayoría de los casos es egoísta y sesgada. Por ello, debemos tener en cuenta todas las perspectivas. Conocer todas las narrativas, incluso las que son contrarias a la memoria colectiva, va a ayudar a comprender mejor los eventos pasados. También ayudará a entender cuál es la función que cumplen las narrativas y qué elementos limitan o impiden acuerdos de paz.
Por el Psicólogo Roberto Muelas Lobato para La Mente es Maravillosa. -
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