Joe Biden juró este miércoles en Washington el cargo de presidente de Estados Unidos. “La democracia ha ganado”, dijo en su discurso inaugural a las puertas del Capitolio. Kamala Harris se ha convertido en la primera mujer vicepresidenta de EE UU.

La capital estadounidense se encontró blindada para el acto de inauguración; hasta 25.000 miembros de la Guardia Nacional, además de 2.750 efectivos del Pentágono, velaron por la seguridad del evento, marcado también por las restricciones por la pandemia de coronavirus.

En la primera intervención de Biden como mandatario ha hablado de unir al país y de seguir adelante dejando de lado la manipulación a través de la información falsa: “Debemos abandonar la cultura donde los hechos se falsean y manipulan”.

El demócrata, que presentó una decena de órdenes ejecutivas el primer día de gobierno, vive una jornada de inauguración atípica, sin público presente en la explanada frente al Capitolio, que el pasado 6 de enero sufrió un asalto de los seguidores de Trump.

Biden habló 24 minutos. Su discurso fue una declaración de intenciones central: la apuesta por la convivencia y la promesa de la "decencia".

El mensaje fue claro: "La democracia ha ganado", después de más de dos meses en los que el ya expresidente agitó, sin ninguna evidencia, el fantasma del fraude electoral.

En ese marco, Biden se comprometió a ser el presidente de todos los estadounidenses y a defender a quienes le apoyaron y a los que no votaron por él.

La pandemia de coronavirus, cuyos riesgos Trump despreció en repetidas ocasiones pese a las 400.000 muertes contabilizadas en el país, también estuvo muy presente en sus palabras. Esa urgencia, contener la expansión de la segunda ola del virus, será precisamente el primer banco de pruebas de una sociedad y una clase política que se disponen a pasar página.