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El Gobierno porteño le quitará los planes sociales a quienes no manden a sus hijos a la escuela

El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires detalló las condiciones que tendrán que cumplir las familias para mantener el programa social "Ciudadanía Porteña", que busca asegurar la asistencia a clases de los menores de 18 años.

El gobierno porteño les quitará los planes sociales a los padres que no envíen a sus hijos a la escuela. Para ello, modificaron la definición de alumno regular: a partir de ahora los chicos deberán asistir al menos al 85 por ciento de las clases de cada bimestre para no perder la constancia.

Tal como lo hizo cuando adelantó el inicio del calendario escolar a febrero en la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta vuelve a marcarle la cancha al gobierno nacional. Esta vez, el jefe de gobierno porteño anunció que a partir de este segundo cuatrimestre se endurecen los requisitos para otorgar el certificado de regularidad de los alumnos y advirtió que aquellos beneficiarios del programa social “Ciudadanía Porteña” que no aseguren la escolaridad efectiva de sus hijos podrían dejar de percibir el ingreso.

La medida, que se difundió ayer por la noche, es del 1 de agosto pasado. La cartera educativa que conduce Soledad Acuña, explicó en un comunicado que "los estudiantes deberán asistir en cada bimestre un mínimo del 85 por ciento de los días efectivos de clases durante el ciclo lectivo" y "podrán tener más de 25 inasistencias injustificadas a lo largo del año".

En la actualidad son 41.699 los hogares porteños que reciben el programa “Ciudadanía Porteña”, mientras que otras 70.000 familias perciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) que distribuye la Anses. Ambos programas –que son incompatibles entre sí– exigen como requisito el certificado de regularidad de los menores escolarizados, por lo que las mayores exigencias que ahora dispone el gobierno porteño también generarán impacto a nivel nacional.

De esta manera, el control de regularidad escolar de los alumnos porteños pasará de ser anual a ser bimestral, con el propósito de hacer un seguimiento más estricto de la asistencia de los chicos a la escuela.

En base a las condiciones establecidas, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad realizará el cruce de datos con las nuevas bases de presentismo del Ministerio de Educación para verificar la asistencia efectiva de los chicos a la escuela.

En los casos donde se presente una irregularidad, equipos del Ministerio de Desarrollo “se comunicarán con la familia para entender la situación e intentar que el menor retome sus estudios”, detallaron desde la Ciudad.

Pasados tres meses, si la situación no se regularizó, se dará de baja el componente adicional, siempre con la posibilidad de que el estudiante regularice su situación escolar y esto habilite a la familia a recuperar aquel monto.

“Con esta nueva medida se agilizarán los trámites de control a partir del cruce automático de datos y se podrá realizar un diagnóstico temprano de situaciones irregulares”, señalan desde el Gobierno porteño.

La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, advirtió que un 30 por ciento de los alumnos que cursan en los niveles inicial (salas de cuatro y cinco años) y primario de las escuelas de la ciudad concurren sólo cuatro de los cinco días de la semana a la escuela. En tanto, el 16 por ciento ha faltado más de siete días por mes.

“Los chicos no dejan de ir a la escuela, pero no cumplen con su proceso de aprendizaje por sus repetidas inasistencias –sostuvo–. Queremos que los chicos aprendan los contenidos que les corresponde, no pretendemos facilitar la promoción como en otras provincias. Por eso hemos instrumentado la jornada extendida, las escuelas de verano y de invierno, dando oportunidades para que recuperen los aprendizajes que no tuvieron. Si el Estado genera estas oportunidades pero los padres no colaboran, el derecho a la educación no se cumple.”

Este plan, que hoy alcanza a 41.669 hogares, consiste en una transferencia directa de ingresos a aquellas familias en situación de pobreza e indigencia que residen en la ciudad. Cada hogar recibe, en promedio, $15.722 mensuales y aquellos beneficiarios con menores de 18 años a cargo reciben un monto adicional de $5256,30 si se trata de un hogar pobre y de $7884,50 por hogar indigente.

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