La presencia de palometas en el río Paraná en la provincia de Misiones es un hecho, pero esta situación puede replicarse en nuestra zona. Por ello, es necesario tomar precauciones para evitar ser mordidos por esta especie, que puede volverse peligrosa para bañistas, pescadores, etc. En esta nota de AIM algunos detalles a tener en cuenta.

Desde hace unos días, la presencia de las palometas en el río Paraná en la provincia de Misiones es noticia y especialistas señalan que se debe a las altas temperaturas y a la repentina disminución del agua en los ríos. Esto altera a las palometas y en defensa propia atacan repentinamente.

Con las altas temperaturas, en la capital provincial podría darse una situación similar y por ello se debe tener cuidado a la hora de elegir el río como lugar de recreación o para hacer deportes.

Las palometas son peligrosas y según detallan los pescadores se mueven en cardúmenes.
Cuando el cardumen siente el movimiento de la gente en el agua, puede llegar a atacar.
Los ataques de este animal son comunes en verano ya que transita su etapa de reproducción y se acercan a la costa. Las altas temperaturas del agua incentivan la actividad biológica de la especie, al igual que la bajante del río. Estas condiciones crean un escenario propicio para su aparición.

Las palometas permanecen usualmente en aguas tranquilas y no transmiten enfermedades.
La única forma de evitar que las palometas se aproximen a la orilla es con una red, aunque es difícil detenerlas por la corriente del Paraná.

Quienes eligen hacer deportes acuáticos y se adentran por los brazos del río hacia zonas más calmas, deben tomar precauciones, ya que es el lugar donde es habitual encontrarse con estos peces.

Pese a estar prohibido por la pandemia del Covid-19, si a alguna persona se le ocurre meterse al agua en las playas se les recomiendan no hacerlo si se comprueba la presencia de estos peces.

Las palometas son peces carnívoros, de dientes filosos, muy agresivos, que suelen atacar grupalmente y aparecen en las costas del Paraná, especialmente con altas temperaturas. Durante el año permanecen en zonas de camalotes y raramente atacan a las personas.

En las costas del Paraná y del Uruguay se conoce como “palometas” a varias especies de peces llamados también pirañas, algunos de aguas dulces y otros de aguas saladas.

En esta época del año, las aguas calientes del río les permiten prosperar aguas abajo, donde las especies tropicales no se aventuran cuando hace más frío. En los ríos tropicales, como el Amazonas, hay pirañas mucho más grandes que nuestras palometas, a las que nunca vemos por acá.

La Serrasalmus Aureos y la Serramalsus Marinatus son nombres científicos de la “palometa brava” a amarilla, la palometa de río que es la que está siendo noticia por estos tiempos, de la manera esporádica que caracteriza a la prensa, porque su presencia en el Paraná data de millones de años.

Las pirañas son peces carnívoros capaces de captar el olor de la sangre a gran distancia. Es para ellas como el olorcito del churrasco para nosotros, que no somos con la carne de las vacas muertas menos voraces y en ocasiones no dejamos ni el hueso.

Al olor de la sangre, las pirañas reaccionan atando a sus presas con dientes muy cortantes y en poco tiempo son capaces de devorarla entera, eso sí respetando los huesos.

Las palometas son peces de muy vistosos colores, amarillo dorado o gualda con escamas pequeñas y brillantes. Los ojos pueden provocar algún estremecimiento si se los vincula con la imponente dentadura y los huesos de la cabeza, que le dan la apariencia de un campeón de lucha que inspira respeto a los otros peces.

Las pirañas tienen mandíbulas poderosas, la inferior muy sobresaliente, con dientes triangulares que funcionan como máquinas de picar carne.

Qué hacer ante un ataque de palometa
Si una persona es atacada por este pez, debe desinfectar la herida lo más rápido posible. Luego, debe recibir atención médica para que se analice su inmunización, sobre todo antitetánica.

De la Redacción de AIM