El secretario adjunto de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) Paraná, Claudio Puntel, aseguró a AIM que la propuesta que presentó el Gobierno “es una rebaja al salario docente, ya que la oferta es similar a la anterior y fue recibida en el contexto de una situación muy complicada para los trabajadores”.   

Los docentes entrerrianos analizan en las escuelas la última oferta de recomposición salarial que realizó el Gobierno y este viernes resolverán si la aceptan o no.

En ese escenario, Puntel explicó a esta Agencia que desde la agrupación Rojo y Negro –que conduce las principales seccionales del principal gremio docente en Entre Ríos– promueven el rechazo de la propuesta, ya que “no es superadora de acuerdo a los criterios por la comisión del salario, es decir, no cumple con la exigencia planteada en la resolución del congreso de Gualeguay”.

En ese sentido, precisó que “lo único nuevo es el dos por ciento para el sueldo de septiembre, que representa 138 pesos en el salario inicial y llega hasta 264 pesos en los casos de mayor antigüedad. La diferencia de 126 pesos entre el tramo de mayor antigüedad y el inicial muestra crudamente lo distorsivo de la propuesta y el achatamiento de la escala salarial”.

“Un cargo con 24 años de antigüedad debe tener un incremento de 120 por ciento; sin embargo, en esta propuesta, apenas llega a 68,88  por ciento de diferencia con el inicial”, apuntó el docente, quien agregó: “El dos por ciento de septiembre no es más que la efectivización de la cláusula de reactualización incluida en la propuesta rechazada por el anterior congreso y metida de contrabando en la propuesta como si fuera un aumento más”.

Asimismo, precisó que el Gobierno “sigue sin atender la recomendación sobre el congelamiento de los códigos negros o “grises”. En cambio, siguen ofreciendo la misma suma fija antiestaturia y que profundiza la distorsión en el escalafón docente”.

“Siguen sin escuchar la demanda extendida de un mayor esfuerzo presupuestario para el primer tramo”, apuntó Puntel, quien explicó que si bien es alarmante el atraso del sueldo frente a la inflación, “es mucho más grave lo que se perdió de poder adquisitivo, teniendo en cuenta el costo de la Canasta Familiar Básica (línea de pobreza)”.