Por Miguela Varela, de Revista PPV, especial para AIM. Como si fuesen mellizos, Mauricio Macri y Jair Bolsonaro compartieron no sólo el tono de sus trajes, sino también el tono de sus discursos en la primera visita de Estado del Presidente brasilero a nuestro país.

En lo que fue un espaldarazo a la candidatura de Macri, Bolsonaro hizo un llamado al pueblo argentino y declaró que en octubre hay que decidir “con la razón y no con la emoción”. Además, se refirió a la prosperidad que resultará de un vínculo bilateral más estrecho. En ese marco, el presidente brasilero también hizo declaraciones sobre la reforma del Mercosur y sobre la proximidad de concretar el tan ansiado acuerdo Mercosur-Unión Europea.

Naturalmente, el tema vedette de la jornada fue Venezuela. Al respecto, Bolsonaro disparó: “(…) Pienso que toda América Latina está preocupada y no quiere que tengamos nuevas Venezuelas en la región. Debemos tomar decisiones concretas, sumando a nuestros pueblos, buscando en cada uno de ellos su potencial de manera hermana para que el progreso y la paz puedan estar presentes entre nosotros”. Sobre el tema, Macri había declarado que iba a seguir haciendo “(…) todo lo posible para que se reestablezca la democracia en Venezuela”.

Discurso de odio

Es bien conocido el discurso de odio que pregona Bolsonaro sobre las mujeres, lxs afrodescendientes, los colectivos disidentes, lxs humildes y sobre todo aquello que cuestione el sistema. Sobran sus muestras de apoyo a la tortura, a los golpes de estado que transitó América Latina y al uso de armas para defensa personal.

Sin embargo, la construcción de este discurso de odio no pertenece a un individuo desequilibrado, sino a un personaje que lleva al extremo el discurso de la derecha. Aunque parece lejano a nuestro país, fue el mismo Macri el que muchas veces se refirió a la defensa de los derechos humanos como “un curro”, trató a la homosexualidad como una enfermedad, expresó que “a todas las mujeres les gusta que le digan que lindo culo que tenés”, y se refirió a la distribución del ingreso como “una fiesta que ahora hay que pagar”. Dependiendo del contexto, el neoliberalismo matiza o exacerba los rasgos conservadores de sus embajadores políticos. De esta forma, complementa de manera simbólica sus parecidos en materia política, judicial y económica.

Tu odio no es bienvenido

Tras las masivas protestas contra el dirigente brasilero hace algunas semanas y con el profundo rechazo que provocó ante el intento de visitar Nueva York, Bolsonaro continúa sumando repudios en todo el mundo. En Buenos Aires las protestas comenzaron en el marco de la tradicional ronda de los jueves que realiza Madres de Plaza de Mayo, como un símbolo de lucha por el respeto de los derechos humanos, y como un mensaje directo al discurso violento, misógino y racista de Bolsonaro. La convocatoria, bajo la consigna “Tu odio no es bienvenido”, fue realizada por organizaciones sociales, políticas y sindicales, y en las redes sociales, a través del hashtag #FueraBolsonaro.